4 de junio de 2007

CON QUÉ GRACIA DEBO BESAR

Hoy por la tarde al despedirme para ir a trabajar, he ido a darle un beso a "la aguilucha" y no se le ha ocurrido otra cosa a la muy puñetera, que dedicarme su mejor sonrisa en el momento más álgido de la breve unión.
Hombre, por favor... eso no se hace. ¡Novios y novias del Mundo mundial! no sonriáis por muy felices que os sintáis cuando vuestras parejas vayan a besaros. O se hace antes o se hace después pero nunca durante.
Va uno con toda su emoción ansiando encontrar unos tiernos y cálidos labios que calmen su sed de amor y se encuentra con la fría y resbaladiza piñata plantá en to los morros.
Joder, luego rompen las parejas y que si la convivencia quema, que si la monotonía desgasta la relación... ¡que no hombre que no!, que así no se puede, que hay cosas que son de cajón, si sólo es un poquito de saber estar y de sentido en lo común ¡coño!
Si no es cuestión de escrupulosidad, que no es eso, si yo le he comido toda la cucaracha más de una noche después de horas de fiesta por ahí sin ducharnos ni na, a ver si me queréis entender, que hay situaciones para las que son adecuadas determinadas acciones y otras en las que esas mismas acciones simplemente no proceden y una sonrisa en pleno beso ¡no procede joder, no procede!
En fin, esta noche volveré a intentarlo y a ver qué pasa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy ruborizada...

L. dijo...

Ostias! el aguilucho este que decía que estaba medio muerto, que si abatido que si no escribía y mira tú.
Y encima intimidades! :S

Anónimo dijo...

Jajajajajaja, es que estoy tirada por los suelos XDDDDDD