No te asombre a ti que a mí me asombre
hasta donde llegó tu garra fiera
fría diabla, gata culebrera
mala de las más malas de renombre
Nunca jamás la confianza de un hombre
fue traicionada de tan vil manera
violada como indefensa ramera
por donde la espalda pierde su nombre
Disfruta tu victoria ensangrentada
mientras mi corazón petrificado
intenta asimilar esta jugada
Se servirá bien frío, congelado
el plato de venganza meditada
que se cobre por mi ego lastimado