29 de marzo de 2007

PAIS DE VIVIDORES Y PRINGAOS

En varias ocasiones y esta misma tarde por última vez, a través de algún medio de comunicación, llega a mí la noticia de que España figura entre los paises menos productivos de Europa, mientras nuestra jornada laboral está entre las más altas de la comunidad.
A parte de todos los incovenientes que este hecho provoque en nuestra economía, yo no puedo evitar pensar en 2 cosas:
1.- Debo encontrar otro trabajo
2.- Nuestro país lo sustentamos 4 pringaos

Si tenemos una de las jornadas laborales más largas y nuestra productividad deja mucho que desear, el problema está claro. Y se podrán encontrar un montón de motivos: mala organización en las empresas, profesionales poco cualificados, tiempos mal repartidos, sueldos bajos, pocas ayudas al trabajador, falta de motivación laboral... mogollón de excusas, pero si llamamos a las cosas por su nombre aquí lo que pasa es que nos tocamos los cojones en el trabajo.

Sin embargo, si echo un vistazo a mi alrededor, veo un montón de gente que además de muchas horas de trabajo (alguna más de 8 en muchos casos), durante dichas horas realmente trabajan. Sirva de ejemplo la gente en la construcción, desde primera hora de la mañana dándolo todo, los camioneros en sus interminables rutas, los repartidores con todo su estrés y jornadas de más de 10 horas, conozco currantes de oficina que en épocas de cierre se van a casa pasada la media noche, no entraremos en la minería, la agriculrura, la pesca o en la cantidad de autónomos que montan un negocio por su cuenta y lo sacan adelante a base de horas de trabajo... y multitud de ejemplos en los que yo pienso: ¡Coño! pues estos si que tienen que ser productivos.
Luego veo en las noticias lo que dicen los números, y lo único que se me ocurre es que toda esta gente de la que acabo de hablar, sean una minoría, los 4 pringaos que mantienen esto en marcha, mientras el resto de españolitos van al curro a tomar café y navegar por internet.

Finalizando, que si en tu currelo teneis la mala costumbre de trabajar todos los días, sal rápido de ahí y búscate otra cosa porque siento decirte que estás en el grupo de los pringaos.

27 de marzo de 2007

Una de médicos

Desde que tengo uso de razón nunca me ha gustado ir al médico, es más, creo que en mis últimos 10 años de vida, habré ido las 6 ó 7 veces que ha sido irremediable, una de ellas... ayer.
La historia comienza hace un par de meses, cuando movido por un ataque de responsabilidad, decidí hacerme el reconocimiento médico que me ofrece el servicio de prevención de mi empresa. Llevaba tanto tiempo sin ir al médico que dije: mira, que me reconozcan y al menos mi madre se queda tranquila. Me arrepentiré toda mi vida.
En ese reconocimiento averiguan que no estoy vacunado contra el Tétano y me aconsejan vacunarme, y siguiendo las profesionales recomendaciones de mis amigos los médicos, me vacuno. Error
Por lo visto la vacuna me da alergia, porque tampoco me lo aseguran, el caso es que yo he vivido con cierta tranquilidad en cuanto a salud se refiere durante todos estos años en los que no he ido al médico, y para una puñetera vez que decido hacerme un puto reconocimiento, es increible la que me han preparado.
Desde el día siguiente a ponerme la vacuna, aleatoriamente, los días que la señora alergia se siente creativa, decora toda mi piel con unas ronchas rojas enormes, muy llamativas, muy bien repartidas, con relieve, ¡ah! y pican.
Obviamente, me veo obligado a recurrir una vez más a mis amigos los médicos, los cuales sin darle mucha importancia, me dan un antiestamínico que acabará con todos mis problemas. ¡Ilusos!, han subestimado al enemigo, bueno a mi enemigo, lo único que han conseguido es cabrear a la bestia y la bestia es poderosa y la bestia es vengativa.
Durante la toma del medicamento llegué a creer que mis amigos los médicos habían dado con la solución y que la alergia había desaparecido, pero todo era pura estrategia de guerra, la alergia lo único que había hecho era esconderse, pero estaba ahí, agazapada, esperando su momento y ¿cuando era su momento?, ¡AYER!
Ayer me acosté como cualquier otro día, de lao y con la radio puesta ( esque me ayuda a dormir) sin embargo me desperté de forma muy diferente a cualquier otro día. Para empezar me desperté a las 4 de la mañana, que no suelo y no me desperté por propia voluntad, que tampoco suelo, me desperté porque me ardía todo el cuerpo y me picaba todo lo que pueda picar en una persona, me notaba el labio superior hinchado y al pestañear notaba algo raro en los ojos. No hace falta que diga que si notaba todas esas cosas me tuve que levantar. Encendí la luz del baño y cuando me miré en el espejo... lástima que no se me ocurriera hacerme una foto. Lo que me molestaba en los ojos era que estaban tan hinchados que daba miedo verme, lo del labio como si me hubieran metido medio litro de silicona y lo de las ronchas en la piel... como soy un ser humano quedaba fatal pero si fuese un sapo, el más guapo de la charca.
Pensé en ir a urgencias, pero finalmente decidí aguantar vigilando la situación, y a la mañana siguiente ir a visitar a mis amigos los médicos y mostrarles en persona a LA BESTIA.
Le salió del alma a la doctora: "¡Madre mía, pero esto te lo tiene que mirar el alergólogo!" y doy gracias de que se haya dado cuenta, porque la primera vez no hubo manera, o ven a la bestia o no te creen. Eso sí, aún me preguntaba la moza: "¿pero tu crees que esto es por la vacuna?" sólo le faltó sacarme un listado de medicamentos y darme a escoger el que yo quisiera. Con toda la educación que pude le contesté: "oiga yo no se lo que me pasa, por eso vengo"
Finalmente me hizo un volante para el alergólogo que a saber cuando me dará cita. "Y si te vuelve a pasar esto, vete rápido a urgencias" fue su gran consejo.
Tras terminar el papeleo, la señora doctora le pidió a la enfermera que me inyectara un urbasón para quitarme todo aquello, entonces se produjo el momento más entrañable de toda la mañana. Se me ocurrió preguntarle a la enfermera donde me tenía que pinchar y con una tímida sonrisa y desviando la mirada me contestó: "en el culete", conteniendo la risa, mientras me bajaba los pantalones estuve por decirle, ¿y si no lloro me regala un chupachups?

En fin, si algún día esta cosa me deja en paz, creo que tardaré mucho en volver al médico.

26 de marzo de 2007

LA DIFICULTAD DEL PRIMER VUELO

Ya me imaginaba yo que esto no iba a ser fácil, pero tampoco esperaba que me fuese a sentir gilipollas cada vez que me pusiera a hacer algo con el blog.
El caso esque en mi entorno más cercano existen varias personas muy vinculadas al mundo de la informática y digamos que para ellos tengo fama de "inútil frente al ordenador"
Tenía esperanzas en demostrar con mi blog que por muy inútil que se sea, si se quiere, se puede. Pero estoy viendo que voy a tener que quererlo mucho. Ayer tuve clase intensiva de blog, que si crearlo, elegir apariencia, que si ponemos esto aquí, que si ponemos esto allí... ¡uy! ya sabía hacer mogollón de cosas en mi blog. Hoy me pongo yo sólo y tras 20 minutos fuchicando en todo lo fuchicable, aún no había conseguido crear una puñetera entrada para empezar a escribir, pero bueno a los 22 minutos ya lo he conseguido.
Antes de empezar a escribir esto, he intentado dejar un comentario en un par de blogs y no me voy a poner a dar detalles porque no quiero quedar aún peor de lo que estoy quedando, pero no fui capaz y en uno de ellos había escrito una parrafada de tres pares, yo ahí con toda mi ilusión pensando que había añadido el comentario... y a hacer gárgaras mi parrafada.
En fin, os ireis haciendo a la idea de que a parte de querer hacer un blog para dejar mis opiniones y contar cosas para todo aquel que le apetezca leerlas, esto para mí va a ser una especie de terapia: "el ordenador y el maravilloso mundo de internet, TU PUEDES"

A los pollitos del águila, cuando aún no saben volar, se les denomina aguiluchos y así es como me veo yo en este mundo de internet, como un aguilucho que observa desde lo alto en su nido y está deseando tirarse al vacío para sobrevolar majestuoso el territorio internauta y lanzarme seguro y en picado a por todo aquello que la red le ofrece.
Sin embargo para eso aún falta un poquito, porque aún soy un aguilucho y la majestuosidad de momento es torpeza y de lanzarme en picado nada, de momento sólo me caigo.
De aquí el nombre del blog.


Y bueno, aunque un poco rollo de alguna manera había que romper el hielo. Este ha sido el primer vuelo del aguilucho cibernético.