Ahora mira hacia atrás la cigarra
y llora mientras contempla el derrumbe
mientras ve como el imperio sucumbe
después de meses subida a la parra
Como un borracho apollado en la barra
que bebe, para que el alcohol le tumbe
y así el eco de la culpa no zumbe
el día que el barco pierde la amarra
La culpa del perezoso, del vago
del que cae en tentación suculenta
del que debió hablar y ni hizo el amago
de quien estuvo al sol que más calienta
de quien quería amar y amó de pago
de aquel que lo hizo mal, dándose cuenta