18 de abril de 2007

Cada uno es como es y punto

He escuchado contar a mis padres siempre que han tenido oportunidad, que al poquito tiempo de nacer, un prestigioso pediatra me catalogó de bebé nervioso. Yo no lo recuerdo pero me lo creo. Hasta donde me alcanza la memoria, siempre he sido objeto de crítica y cachondeo entre mis familiares y amigos por este tema. Me catalogan de estresao, angustias, inquieto, pesao, ansioso... ¿y yo que hago? pues joderme porque es verdad.
Tantas veces me lo han dicho que nadie sabe los esfuerzos que hago por intentar ser de otra manera, pero cada vez estoy más convencido de que si vienes con algo puesto de nacimiento, eres como eres y punto.
La última anécdota relacionada con este tema me ocurrió el lunes pasado. Tenía cita con mis amigos los médicos a las 9 y media de la mañana. Me tienen que hacer pruebas porque de un tiempo hacia aquí soy mutante, me convierto en sapo. Aún no lo controlo, la transformación se produce cuando el sapo quiere, pero en fin, eso es otro tema.
Mi condición de estresao hace que siempre que tengo una cita, suela llegar como mínimo con 15 minutos de antelación por si las moscas. Como veía venir los vaciles de mi novia, decidí ir de tranquilo controlador de situaciones y salí con media hora de antelación pera ir al hospital que está a 20 minutos de mi casa.
Llegué a las inmediaciones del lugar en cuestión con 10 minutos de adelanto. Cualquiera que lea esto dirá, joder sobrao de tiempo, pues no, porque el aparcamiento estaba hasta los cojones y mis nervios que ya afloraban ante la posibilidad de llegar tarde a la cita, me incitaban a aparcar a las afueras del recinto, aunque tuviera que caminar unos minutos hasta la puerta. Esto es algo que suelo hacer mucho cuando me desplazo en coche, por lo que soy claro objeto de burla entre mis amigos que siempre me repiten: Se va con el coche hasta el lugar justo al que quieres ir, y si allí no hay sitio, se va saliendo hasta encontrar uno.
Así que decidí seguir su consejo. Tras llegar a la puerta del hospital y comprobar que no había sitio, fuí saliendo a lo laaaaaaaaaargo del mar de coches que se amontonaban en el aparcamiento, para finalmente terminar aparcando a las afueras, donde me decía mi instinto nervioso que aparcara la primera vez.
Conclusión, llegaba tarde, aún tenía que preguntar en información como llegar a alergología y ya se pasaban 5 minutos de la hora. Llego a Información, pregunto, cunde el pánico, me dicen que tengo que cambiar de edificio por un pasillo mu largo, buscar unos ascensores amarillos y subir a no se que planta. Aquí ya no me pude contener, ahora ya estaba desatao, tanta tranquilidad y tanto sosiego y a tomar por culo, estaba llegando tarde. Me notaba yo que la situación me empezaba a superar, así que empecé a analizar el problema: A ver aguilucho de Dios, desde cuando llaman a alguien puntual en el médico, si no te has retrasado ni 10 minutos. Bueno, pues ya me habían llamado. Resulta que cuando vas al especialista con cita previa como era mi caso, si que son puntuales.
Pues me tuve que comer el rapapolvo de la enfermera de turno (esa si que estaba estresada) por llegar tarde. ¡A MÍ! ¡POR LLEGAR TARDE! lo juro que me dolió en el alma. Que si en otras especialidades ya no me cogerían, que si las citas se dan para algo... malo me pongo cada vez que lo pienso.
Lo más cojonudo de todo, es que antes de hacerme ni una sola prueba, sólo con verme y preguntarme 4 cosas, el especialista me dijo que es muy probable que todo este rollo de mi mutación no se deba a una alergia, que podría ser perfectamente una reacción al estrés.
Fue una mañana de lunes memorable y a las 12 y media estaba en el curro dándolo todo, como buen estresao.

4 comentarios:

L. dijo...

Está claro que no puedes cambiar. Lo malo es que cuando estás con más gente contagias tu estrés y los demás sí que no son así. De todas formas tú tranquilo pq no queda más remedio q soportarte ;p Tb es cierto que seguro q voy yo con la hora justísima y no llego tarde (o menos tarde que tú) y vas tú que eres un agonías y te pasas 10 min de la hora. Parece que tienes un gato negro en tu vida :)

Mondarino dijo...

A ver alma de pez, si el querer llegar a los sitios con 10 minutos de antelación, a parte de un poquito aburrido, solo se puede tildar de precavido, eso nadie lo ridiculiza, al menos yo no. El problema está en tu, un pelín exagerada reacción, cuando aun habiendo planificado todo, por casuas externas a tu control, no puedes cumplir esa planificación. Ahí es donde aparece el monstruo,pero en fin, como bien dices, uno puede cambiar de tipo de calzoncillos y de marca de condones pero lo que viene de serie...
Por cierto la enfermera esa se pasó de lista, pq en el especialista te llaman a la hora, si, pero solo eso, te llaman, otra cosa es cuando entres, porque sulen tener planificados 2 o 3 en cada cita que dan.
Saludines pa todos los habitantes del nido.

Aguilucho dijo...

Eso eso se pasó de lista, si ya lo decía yo

Anónimo dijo...

Pues ya tuviste mala suerte, porque suelen poner una hora orientativa. Yo cuando voy al alergólogo entro donde la emfermera y digo: "ya estoy aquí" y le doy la tarjeta, y luego aún tengo que esperar un buen rato a que al médico le apetezca llamarme. De hecho la última vez me perdí por el laberíntico hospital porque el camino que conocía estaba cerrado por obras, y al final aún tuve que esperar una hora porque se habían confundido de historial (y no le eché la bronca a la enfermera ni nada).
Lo de tus nervios, no creo que puedas ni debas cambiarlo, porque es tu esencia, igual que la de otros es tener una enorme pachorra; además sin ese nerviosismo perderías tu encanto, aunque eso sí, vivirías mucho más tranquilo ;) .